Aprendí a amar
En el amor me he dado cuenta que soy una niña, empezando a creer en la dualidad del alma, del poder de la sanación, del dolor que una lagrima puede derramar, de la ilusión que te lleva a volar y te encamina en una ventura que no sabes en que se puede transformar. En sí, aprendí que el sueño más grande que uno puede tener es la transformación del amor.