El mundo y la chica que no estaba rota
El día que ella se dio cuenta que el mundo le daba la oportunidad de parchar su alma y volver a sentir con el corazón en la mano, su mente volvió a renacer y sus sentidos se conectaron con la realidad de la decisión. Fue tan importante que ella retome el poder de sus latidos y deje que fluya sus colores de sanación, porque cuando no crees en ti, la oscuridad del que dirán, te comienza a invadir como un virus que mata cada esperanza de tus células de vida. Por eso ella entendió la importancia de amarse a ella misma, de ver con la pasión del alma, pero sobre todo no tener miedo al fuego que lleva por dentro; porque lo más difícil para ella ha sido dejar su llama arder, que destruya las inseguridades del miedo. Volver a sentir ha sido un proceso de parchar y coser cada herida que su energía y alma tenían, no se imaginaba que lo podría lograr pero a punto amor propio y confianza en el Universo ella pudo coser sus heridas con un hilo rosado de locura e imaginación que su camino le dio par