El mundo y la chica que no estaba rota


El día que ella se dio cuenta que el mundo le daba la oportunidad de parchar su alma y volver a sentir con el corazón en la mano, su mente volvió a renacer y sus sentidos se conectaron con la realidad de la decisión. Fue tan importante que ella retome el poder de sus latidos y deje que fluya sus colores de sanación, porque cuando no crees en ti, la oscuridad del que dirán, te comienza a invadir como un virus que mata cada esperanza de tus células de vida. Por eso ella entendió la importancia de amarse a ella misma, de ver con la pasión del alma, pero sobre todo no tener miedo al fuego que lleva por dentro; porque lo más difícil para ella ha sido dejar su llama arder, que destruya las inseguridades del miedo. Volver a sentir ha sido un proceso de parchar y coser cada herida que su energía y alma tenían, no se imaginaba que lo podría lograr pero a punto amor propio y confianza en el Universo ella pudo coser sus heridas con un hilo rosado de locura e imaginación que su camino le dio para que vuelva a creer en los seres mágicos que el mundo le enseño a ver. Porque ella es un ser tan especial que de niña pudo sentir el milagro del amor de Santa, la esperanza de Jesús y la alegría de la niñez. Pero sin saber cuándo ni cómo ella se olvidó de su magia y se concentró en que alguien más la encuentre por ella, fue un tiempo de su vida donde culpo al mundo por matar a su unicornio sin darse cuenta que ella fue la que permitió que asesinen sus ideales por una miseria de atención. Su ego tapo su flujo de inocencia y le ayudo a construir una pared de fallas que se convirtieron en su escudo ante a los ataques de un mundo frío y distante. Han sido años que ella se olvidó de su poder de decisión, donde dejo que su energía sea manejada por todos y que sus errores sean parte de un rio de injusticias. Pero llego el día que el mundo le enseño dos seres mágicos, uno es un duende de sabiduría que le ha ayudado a conectarse con su interior familiar, con su fuerza espacial pero sobre todo a cavado con ella en el fondo de su alma hasta dejar salir toda la mierda que no le dejaba brillar; el otro es una hada que cada vez que se conecta con ella aprende el poder del Universo, vuelve a sentir sin miedo y aprende a volar en el cielo de la verdad. Estos maestros de vida le permitieron reencontrarse con su ser y decir en voz alta “No estoy Rota, solo estoy parchada”
Continuara….

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